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Les saluda
Maritza Cervantes

lunes, 15 de abril de 2019



Pierre Auguste Renoir:

(Limoges, 1841 - Cagnes-sur-Mer, 1919)

Renoir desde su infancia estuvo ligado a la pintura, comenzó a pintar sobre las porcelanas desde los 13 años.
A comienzos de 1860 llegó a ser copista en le museo del Louvre, luego fue admitido al colegio Imperial y especial de las Bellas Artes. Es aprendiz en el taller de Charles Gleyre, al hacerse amigo de Monet, Bazille y Sisley, Renoir descubre la pintura aire librista, aclara su paleta y anima su pincelada, diviertiendola.

En 1864 expone en el salón oficial luego participa en las dos primeras exposiciones "Impresionistas" de 1874 y 1876 con dos temas de la vida contemporánea. Participando de nuevo en el Salon, logra remarcarse.

Seguidamente a un periodo dicho " Ingresco" donde la pincelada es mas precisa. Regenerando una vena "clásica" un tratamiento de gran consistencia y de resonancias clásicas, Renoir pinta mujeres opulentas, de carne pulposa y luego cada vez mas esculturales, agrupadas en un lujurioso paisaje y adoptado en un estilo mas suave, conciliando asi la linea y el color.

En 1878, Renoir se alejó del grupo impresionista y buscó el éxito en los salones oficiales; el abandono de los principios impresionistas se acentuó cuando, a partir de 1881, numerosos viajes (Normandía, Argel, Florencia, Venecia, Roma, Nápoles, Sicilia) despiertan su admiración por cierta idea clásica de lo bello (la pintura pompeyana, Ingres, Rafael Sanzio), que le llevó a cuestionarse el valor de la espontaneidad de su técnica anterior, alejándose progresivamente de los efectos atmosféricos en busca de una pintura más definida. De esta época cabe destacar obras que reflejan momentos de la vida parisiense contemporánea, como el cuadro Madame Charpentier y sus hijos (1878, Metropolitan Museum, Wolf Foundation, Nueva York), que fue expuesto en el Salón de 1879, donde recibió la aprobación del público y la crítica.

El ejercicio de la pintura es para Renoir una especie de placer físico, la sublimación de la atracción física por medio de la materia pictórica. Salud y belleza se identifican en las representaciones de esas mujeres de piel tersa y rosada. El amor por el trabajo manual de este artista, que procedía de una familia de artesanos y que fatalmente vio sus propias manos deformadas por el reuma al final de su vida, le llevó a rechazar cualquier dimensión intelectual de la pintura o cualquier resonancia literaria en favor del trabajo humilde y bien hecho.  

Las penurias económicas de Renoir terminaron con el éxito de la exposición impresionista de 1886 en Nueva York. En 1892 realizó una muestra antológica en los salones de Durand-Ruel. Dos años más tarde nació su hijo Jean (el cineasta)

A partir de ese momento los éxitos se sucedieron. Sin embargo, ni su artritis, que lo llevó a instalarse en la Provenza en busca de un clima más cálido (fue operado en 1910 de las dos rodillas, una mano y un pie), ni el alistamiento de sus hijos Pierre y Jean durante la Primer Guerra Mundial, ni incluso la muerte de su esposa en 1915, lograron disminuir su entusiasmo por la pintura.







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